Los sensores permiten cumplir con los requisitos cada vez más complejos que regulan la seguridad del aire en interiores. ¿Existen gases en los sistemas de aire que podrían ocasionar explosiones? ¿Su sistema tiene una pérdida de aire que podría ocasionar una fuga de gases de escape? Los sensores se colocan en los conductos de aire de manera que puedan monitorear la salida y detectar si algún elemento se sale del área del “surtidor”. La detección es crítica para garantizar que solo existan gases normales y dentro de los niveles adecuados en su área contenida.